Si trabajas en tus hábitos, tus hábitos le ayudarán a construir su patrimonio.
Todos quieren una casa y coches de lujo, viajes en primera clase para destinos exóticos, hoteles de cinco estrellas y las comidas y bebidas más caras que el dinero puede comprar.
Pero no es así la vida de algunos de los más ricos del mundo. Sorprendentemente, hay varios que tienen hábitos comunes.
#1. Practican un deporte.
El setenta y seis por ciento de los ricos hacen ejercicio aeróbico durante 30 minutos o más por día. Correr, caminar, andar en bicicleta son algunas de las actividades que practican y que son buenas para el cuerpo y para el cerebro. Aumenta la producción de neuronas en el cerebro. También aumenta la producción de glucosa, que es el combustible del cerebro.
#2. Tienen el hábito de la lectura.
Según un estudio, el 80% de los millonarios dedican al menos 30 minutos al día a la lectura con el objetivo de educarse o perfeccionarse. La mayoría no lee (sólo) por entretenimiento sino para mantener o adquirir conocimiento. Generalmente leen biografías de personas exitosas, libros de autoayuda y desarrollo personal e histórico.
#3. Se relacionan con personas positivas.
Sólo tendrá tanto éxito si se junta con gente exitosa. Los ricos están siempre atentos a individuos orientados a alcanzar objetivos, optimistas, entusiastas y con una actitud mental positiva.
#4. Trabajan en sus sueños.
Las personas ricas están obsesionadas con lograr sus objetivos. Perseguir sus sueños y objetivos da origen a la mayor felicidad a largo plazo y resulta en una mayor acumulación de riqueza. Pero cuando muchos caen en el error de perseguir los objetivos ajenos, como el de los padres, esta propenso al fracaso.
#5. Se levantan muy temprano.
Casi el 50% de los millonarios se levantan al menos tres horas antes de comenzar el día de trabajo. Es una estrategia para lidiar con los inevitables imponderables del día de trabajo, como las reuniones que se prolongan más allá de lo esperado, el tránsito caótico o tener que ir a buscar a los niños a la escuela.
#6. No se preocupan por el que dirán.
No se sienten obligados a hacer las cosas como los demás. Limitan su exposición a los medios de comunicación, no solo porque les permite ser más productivos, sino también porque reduce la influencia de la publicidad y la presión de las normas culturales.
#7. Compran calidad.
A los empresarios no les gusta hacer compras. Sin embargo, cuando tienen que comprar algo, invierten en productos de calidad que duran varios años.
#8. No temen al fracaso.
Saben que los errores son inevitables y deben considerarse como un trampolín para el éxito en lugar de signos de debilidad o razones para dejar de intentarlo. (Es por eso que es importante no alabar el éxito, sino elogiar el esfuerzo: el primero genera miedo al fracaso).
#9. Se responsabilizan de su futuro.
Son proactivos. Tienen un locus de control interno. Es decir, entienden que aunque no es su culpa que se encuentren en una situación determinada, es su responsabilidad …